Alcaraz arrolla a Bagnis en un debut surrealista en Miami

Hay partidos y partidos, y muchísimos más que le quedan a lo largo de su carrera deportiva, pero Carlos Alcaraz vivió en la segunda ronda del Masters 1000 de Miami, en su estreno en la presente edición del torneo, uno de los partidos más raros e incómodos a los que se ha enfrentado. El tenista murciano solventó con nota la papeleta (6-0, 6-2) ante un Facundo Bagnis que mostró un nivel increíblemente bajo en un primer set en el que era prácticamente incapaz de meter la pelota en la pista. Alcaraz, sin necesitar siquiera de puntos ganadores, se lo llevó con un rosco, que completaría en el segundo, algo más competido, para cerrar una victoria que no permite extraer muchas conclusiones más allá de un nuevo triunfo del número uno del ranking ATP.

En apenas una hora y seis minutos –el primer set apenas duró 24– Alcaraz se llevó un triunfo en el que más allá de la paliza, poco más podrá extraer de cara al futuro. Realmente, no tuvo tiempo ni rival para adaptarse a una cancha más rápida que la de Indian Wells ni prácticamente para enganchar puntos de mérito continuados. En el primer set, ni siquiera perdió un solo punto al servicio, mientras que al resto todo fue también coser y cantar para él, sin prácticamente sudar.

Los puntos no duraban prácticamente, a excepción de un juego, el quinto, en el que Bagnis intentó resistirse y Alcaraz falló más de la cuenta, aunque acabaría cayendo también del lado del español. Así se fraguó un rosco rapidísimo, en el que con once minutos disputados Carlitos ya marchaba 4-0 y sin forzar demasiado su tenis, metiendo pelota y viendo como los reveses y las derechas del actual número 100 del mundo se quedaban una y otra vez en la red.

Bagnis, enganchado en sus propios errores de una manera impropia para un veterano como él, fue entrando muy poco a poco en el encuentro en el segundo parcial, con un Alcaraz relajado, quizá demasiado y debido a todo lo que estaba sucediendo sobre el tapete. Le dio al argentino para sumar dos juegos, consecutivos, con break incluido a Carlitos, pero a partir de ahí, los errores volvieron a visitarle y un Alcaraz más caliente y centrado se encargó de no dejar dudas a la hora de cerrar una contienda que le lanza hacia la tercera ronda del Miami Open, donde se medirá al ganador del duelo entre el norteamericano Cressy y el serbio Lajovic.